lunes, 26 de junio de 2017

COACH ONCOLOGICO - ¿Qué cosas no decirle a una persona con cáncer?




¿Cuál creen que es la pregunta que se le hace más comúnmente a una persona que tiene o tuvo cáncer? Si pensaron “¿Cómo estás?”, acertaron!

Sin embargo, por atentas que parezcan esas palabras, a menudo no son de ayuda e incluso pueden ser dañinas. En una fiesta familiar que tuvo lugar un año después del tratamiento de cáncer de un amigo, un pariente lejano le preguntó justo eso. Y este le contestó: “Estoy bien”. Él insistió: “¿De verdad estás bien?”.

“De verdad”, le dijo. Pero ¿y si no lo hubiera estado? ¿le habría gustado escuchar como describe las malas noticias médicas en lo que se suponía que era un evento divertido?



Un diagnóstico de cáncer puede dejar mudos a los amigos y familiares, o bien provocar que hagan comentarios inapropiados, aunque su intención sea buena. Algunos que no saben qué decir, simplemente evitan por completo al paciente con cáncer, un acto que puede ser más doloroso que si dijeran o hicieran algo inadecuado.



Nosotros, los Coach en temas de Oncología, sugerimos a las personas que, cuando visiten a un paciente con cáncer, hablen menos y escuchen más. Participar “más en conversaciones y menos en intercambios de preguntas y respuestas”. Si se hacen preguntas, deben ser abiertas, como: “¿Quieres contarme sobre tu cáncer y lo que estás pasando? Tal vez pueda encontrar alguna forma de apoyarte”.


Entre los varios “no” sugeridos por el experto, están los siguientes:

• No llame la atención sobre los cambios físicos del paciente diciendo cosas como: “Por lo menos te deshiciste de esos kilos de más”.

• No le diga al paciente que tiene suerte de padecer un tipo de cáncer y no otro, pues esto minimiza lo que la persona está enfrentando. No hay nada afortunado en tener cáncer, incluso si es uno de los “buenos”.

• No dé información sobre tratamientos no probados ni referencias de doctores de práctica dudosa.

• No sugiera que el estilo de vida de la persona es el causante de la enfermedad, incluso si en efecto puede haber contribuido. La culpa no ayuda. Muchos factores influyen en los riesgos de presentar cáncer; incluso para los fumadores de toda la vida, padecer cáncer a menudo es pura mala suerte.

• No sermonee al paciente sobre mantenerse positivo, lo que puede generar sentimientos de culpa en el paciente si las cosas no salen bien. Es mejor decir: “Cuentas conmigo, sin importar lo que suceda”, y decirlo de corazón.

• No pregunte sobre el pronóstico. Si el paciente brinda esa información, está bien, hablen sobre sus implicaciones. De lo contrario, es mejor contener su curiosidad.

• No se convierta en una carga para el paciente por sus propios sentimientos de desánimo, aunque está bien decir: “Lamento que te haya pasado esto”. Si se siente abrumado por la posibilidad de interactuar con una persona con cáncer, es mejor expresar “No sé qué decir”, antes que no decir nada o evitar a la persona por completo, pues puede sentirse abandonada o pensar que a uno no le importa.


Por otro lado es mejor hacer todo lo contrario, callar y abrazar, besar, reír, engreír y gozar.


 

COUCH ONCOLOGICO - La Bioneuroemoción y el Cáncer





Existen muchas maneras de abordar una enfermedad tan grave como es el cáncer.
A nivel médico y a través del sistema de salud pública todos conocemos el tipo de tratamientos que existen, y que consisten en intentar eliminar por diferentes medios las células tumorales. Se emplean métodos como la Radioterapia, Quimioterapia o la Extirpación del tumor gracias a la Intervención Quirúrgica. Esto, en muchos casos puede salvar vidas, pero también vale la pena tener muy en cuenta lo siguiente:
Hasta ahora siempre se han considerado tumores y cáncer como algo maligno. Visto desde la óptica de la BioNeuroEmoción entendemos el cáncer como la activación de un programa de supervivencia biológica propio de todas las especies animales. Los humanos no somos diferentes en ese aspecto salvo en algún detalle, que se podría explicar con el siguiente ejemplo:
Un lobo hambriento se dispone a cazar. Ha capturado un conejo y lo ingiere. Su estómago comienza a digerir toda la carne de la presa, pero hay un problema. Se ha tragado una pata del conejo y esta se ha alojado en un punto del estómago que obstruye el paso hacia los intestinos. Si esa obstrucción no se libera el lobo morirá por desnutrición. Aquí es donde se activa el programa biológico de supervivencia:
En el estómago del lobo comienzan a desarrollarse rápidamente células tumorales. Estas células tienen una capacidad digestiva 4 veces superior a una célula estomacal normal. Aumentado la capacidad digestiva, los ácidos gástricos generados, podrán ayudar a disolver y digerir la pata del conejo. Si se disuelve lo suficiente como para poder liberar la obstrucción y abrir el paso para la digestión de alimentos, el lobo conseguirá sobrevivir.
Una vez recuperada la capacidad de digestión y asimilación de alimentos, el programa de supervivencia se desactiva y el tumor se disuelve y elimina, con la ayuda, en muchas ocasiones, de una inflamación bacteriana. Esta fase a veces se acompaña de alguna pequeña hemorragia.
Si el tumor no consigue disolver la pata de conejo seguirá activo el programa de supervivencia y el tumor continuará creciendo, llegando a invadir el espacio vital de órganos adyacentes y podrá producir también la muerte del animal.
La Biología humana funciona igual que la de ese lobo o cualquier otro animal. No hay nada que se genere al azar.
Todo son programas de adaptación y de supervivencia. Pero en el caso de los humanos entra en juego también la capacidad cognitiva, intelectual y emocional. La naturaleza nos ha dotado con un cerebro mucho más desarrollado, el cual nos ha ayudado a dominar muchos medios, a adaptar el medio ambiente a nuestras necesidades, a anticipar posibles problemas y prevenir. Esa misma capacidad del intelecto es la que puede hacer que en una persona se active un programa biológico de supervivencia por algún conflicto que ha vivido y no ha podido resolver.


En el caso de un tumor en el estómago podría generarse a nivel biológico por un alimento que no puede digerir, pero realmente se activará más a menudo el programa, por algo simbólico, algo que la persona afectada está sintiendo, como: "no puedo digerir, o no consigo asimilar lo que me han hecho" (normalmente conflicto vivido frente a alguien muy cercano). Si ese sentimiento es muy intenso, hasta el punto de que no deja apenas conciliar el sueño a la persona afectada, su cerebro podrá activar de forma automática el programa biológico de supervivencia, iniciándose la proliferación de células superdigestivas (Células cancerígenas), para intentar digerir aquello que está sintiendo como: "no puedo digerir". El problema en este caso reside en que en el estómago, realmente no hay nada físico que impida la digestión, y el programa seguirá activo hasta que la persona deje de sentir: "no puedo digerir lo que me han hecho".


Aquí es donde la BioNeuroEmoción puede ser de gran ayuda. Cada tipo de cáncer está asociado a una tipología de conflicto. Es de dominio público que muchas personas que han vivido un conflicto muy intenso, al cabo de unos meses o un año, desarrollan un cáncer.El hecho de vivir un conflicto muy intenso no implica para nada, desarrollar un cáncer. Pero si que se puede afirmar, que la persona que ya tiene el cáncer, unos meses antes ha vivido algún tipo de conflicto desestabilizante.




El hecho de que se active o no la proliferación celular "maligna", dependerá de la sensibilidad de la persona, de como se toma las cosas, del sistema de creencias que posee, de programas de dolor heredados,...El cuerpo tiene toda la capacidad para volver a la normalidad y regenerarse. 

Pero lo más importantes es la actitud con que la lleve!!


Conóceme y descubre que haré por tí!

Hola! No habría Creatividad sin la curiosidad, soñemos! Es el mejor regalo que la vida nos brinda, que nos mueve y que nos pone...